ORIENTACIONES SOBRE PROBLEMAS JUVENILES
(basado en el libro "El Joven Adventista y su Estilo de Vida")
- "Comenzando
una relación con Dios"
- "Lo que los
Jóvenes Adventista pueden hacer"
- "La
Televisión y el Cine"
- "¿Cómo no
ser víctima de Internet y la Red?"
- "El Chisme, El Lenguaje Obsceno, La
Mentira, ¿qué dicen? "
- "El baile,
¿debemos bailar?
Capitulo 1 - Libro “El Joven Adventista y su estilo de vida”
ACES, 2002, Pág. 5 - 12
Nadie
en la tierra puede probar que Dios existe. Pero, ¿y qué?
De todos modos, se ha sobreestimado el probar la materia. Suponte que exiges
que se pruebe cada cosa en la vida, sin dejar lugar para la confianza o la fe.
En primer lugar, no te preocupes si despachas cartas por correo. Quieres enviar
una carta de Buenos Aires a Brasilia. Tienes que ir al empleado de correos y
decirle: "demuéstreme que esta carta llegará bien a Brasilia". (No le voy a pagar ni una sola estampilla hasta que me lo demuestre!
Tienes también que dejar de comprar alimentos en el supermercado. ¿Quién sabe si un terrorista puedo haber introducido algún veneno en
aquella caja de cereal que parece tan inofensiva? Y volar, sería realmente
chiflado. Hay que tener fe para volar. Tienes que confiar en un piloto con el
cual nunca te has encontrado y sentarte en un avión usado que supones que ha
sido revisado y puesto a punto en algún momento desde la segunda guerra
mundial. Seamos realistas, no hay forma que puedas vivir de esa forma porque la
fe es parte de casi cada cosa que hacemos.
Es extraño como emplea la
gente la fe cada día, justo para funcionar, y sin embargo piensan que no es
práctico ejercitar fe cuando se trata de religión. Ni siquiera el sistema
judicial requiere una prueba absoluta. Todo lo que se necesita es "más
allá de alguna razonable", para enviar a la gente a la cárcel por décadas.
Entonces, la pregunta
real no es, “¿Puedes probar que Dios existe? Mejor es preguntar, “¿Qué
evidencias hay que pueden ayudarme a creer? Aquí hay algunos elementos básicos
para la fe.
PODEMOS CREER EN DIOS
PORQUE CREEMOS EN CRISTO. Jesús de Nazaret fue una persona real, tan real como
José de San Martín o Napoleón Bonaparte. Nunca me encontré con José de San
Martín o con Napoleón, pero no tengo dudas que existieron. ¿Por qué? Por el registro escrito de los que los conocieron
personalmente. Lo mismo es con Cristo. Su compañero íntimo, Juan, escribió,
"mis oídos escucharon su voz y mis ojos lo vieron y contemplaron. (Con mis propias manos llegué a tocarlo" (1 Juan 1:1, La Biblia al
día). Otro amigo íntimo, escribió, "Porque no os hemos dado a conocer el
poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas,
sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad" (2 Ped.
1:16).
Y este carpintero con
manos callosas con músculos robustos y con el pelo negro a lo largo de sus
hombros caminó entre ellos, diciéndole a la gente vez tras vez, "soy
Dios". Entonces, fue exactamente lo que afirmó ser o fue un lunático
engañado por sí mismo. No hay otro camino. O fue Dios o fue un loco, eso es
todo. Pero ningún lunático podría darnos las enseñanzas increíbles sobre la
honestidad que Jesús dio en el Sermón del Monte. Ningún loco podría vivir una
vida tan íntegra y llena de bendiciones. Ningún impostor podría volver a la
vida después de estar muerto por días. La evidencia habla a voz en cuello,
"este hombre es verdaderamente Dios"
TAMBIÉN PODEMOS CREER EN
DIOS A CAUSA DE LAS profecías de las Escrituras. Precisamente, el
profeta del Antiguo Testamento Daniel, predijo con exactitud, con cientos de
años de anticipación, el momento cuando Cristo sería muerto y resucitado.
También previó el remoto futuro de naciones enteras tales como Grecia y Roma,
con una exactitud sorprendente. Ningún ser humano podría conjeturar algo así
con tanto éxito. Tiene que venir de Dios.
PODEMOS CREER DEBIDO
AL diseño intrincado de la naturaleza y del cuerpo humano. De la simetría
de una rosa hasta la complejidad del ojo humano, donde exista un diseño así,
tiene que haber un Diseñador.
PODEMOS CREER DEBIDO A
LA TREMENDA diferencia que Dios ha hecho en incontable cantidad de vidas
arruinadas y desesperadas. Semejantes cambios tan fundamentales están más allá
del alcance de las píldoras o la psicología.
AL MENOS, PODEMOS CREER por
causa de las probabilidades. Aun si las probabilidades de que exista Dios
fueran sólo 50/50, tiene mucho sentido ponerse del lado de la fe. Si al fin, no
existe realmente Dios no hemos perdido nada por creer en él durante 75 u 80
años. Sin embargo, si después de todo existe Dios, entonces hemos ganado todo,
inclusive la vida eterna.
¿Pero
que clase de Dios es? ¿A qué se parece en realidad? Durante años pensé que Dios era semejante al conductor del autobús de
nuestra escuela primaria. Lo llamábamos, "Chillón", porque soplaba un
silbato de metal brillante cada vez que nos avistaba en su tremendo espejo
arrojándonos tomates o golpeando la cabeza de alguno. Pisaba el freno, se ponía
de pie frente a nosotros en su uniforme gris y, arrugado, fruncía el entrecejo
ferozmente y después gritaba, "(Estoy avergonzado
de ustedes, jóvenes. Esos 3 que están allí...bajen del ómnibus, ahora
mismo!" Y por demasiado tiempo, me imaginaba a Dios así, pisando fuerte
por el cielo, ceñudo, ansioso para saltar por encima sobre la gente cuando se
echa a perder.
La verdad es que una
sonrisa amplia y grande aparece en el rostro de Dios cuando se menciona su
nombre. Está deseoso de ser amigo contigo para toda la eternidad. Dios salta de
arriba abajo de alegría cuando piensa en tenerte en su equipo para siempre.
Cuando pecas, nunca se enoja. Nunca puedes ser tan malo como para sacarlo de
quicio. En tiempos difíciles, anhela ser la primera persona en poner sus brazos
sobre tus hombros para ofrecerte valor y ayuda. La Biblia lo describe mejor con
la palabra estupenda, amor. "El que no ama, no ha conocido a Dios;
porque Dios es amor" (1 Juan 4:8)
Tristemente, aquí en la
tierra estamos rodeados por un amor falsificado. Alguno me dice,
"te amo debido a tu pelo ondulado de color castaño brillante". ¿Y que pasa si me quedo calvo? Alguien dice, "te amo porque eres tan
inteligente y bondadoso". ¿Pero qué sucede cuando abandono el colegio y actúo como un mezquino?
Todo el amor humano crea inseguridad. "Mejor será que esté a su altura
sino puede quitarme su amor". Sólo Dios tiene amor incondicional. Su amor
es como el sol, brilla sobre nosotros exactamente lo mismo, no importa como
sintamos, pensemos o nos comportemos. Dios dice, "con amor eterno te he
amado; por tanto, te prolongué mi misericordia" (Jer. 31:3). Las Escrituras
nos dicen que Jesús llamó a Judas "amigo" cuando su traidor llegó
para entregarlo a la policía. El apóstol Pablo enseñó que Jesús dio su vida por
nosotros, porque, "siendo aún pecadores", cuando aun le dábamos un
portazo en el rostro (Rom. 5:8). Dios está profunda e intensamente enamorado de
ti, y no hay nada que puedas hacer para cambiar eso. Anhela que lo aceptes como
tu Salvador y amigo personal.
Pero, ¿cómo puedo a
llegar amigo íntimo con Alguien a quien ni siquiera lo puedo ver? ¿Cómo puedo
conocer realmente a Dios cuando parece estar tan lejos? Preguntas importantes.
El primer paso es aceptar
el hecho de que él ama personalmente, no justamente a todo el mundo, sino a
ti. Puedes poner tu nombre en el versículo, "Porque de tal manera amó Dios
[por aquí tu nombre] al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito" (Juan
3:16). Dios no ve las multitudes, ve personas. Sabe exactamente donde vives,
conoce tu postre favorito, el tema que te es más difícil en el colegio, el
conjunto de canto o el equipo de deportes que te gusta, el vegetal que odias,
todas tus esperanzas y temores, tus sueños y preocupaciones. Piensa en ti todo
el tiempo. Conoce todas las cosas que no te atreves a decirle a nadie. Sabe
cuan solitario e insignificante te sientes a veces. Ve las lágrimas que fluyen
de tus ojos tarde en la noche cuando todos están durmiendo. Conoce el frente
masculino que asumes para impresionar a tus amigos. Dios entiende y siente todo
eso.
El segundo paso para
conocer a Dios es tener la seguridad de la salvación. Imagínate que le
preguntas a mi hija si es parte de nuestra familia y ella te dice,
"Bueno...espero que sí" ¿Espero que sí? Si oigo eso, me desgarraría
el corazón. Quiero que esté absolutamente segura de eso. Ni Dios desea que tu
digas, "espero que sí" cuando se trata de ser parte de su familia.
Ora esta oración: "Oh Dios, soy un pecador egoísta y no conozco todas las
respuestas, pero anhelo ser tu amigo. Deseo que me perdones mis pecados y que
me des nuevos motivos y nuevas actitudes. Por
favor, hazme semejante a ti. Sálvame a pesar de mi
mismo. Amén".
Si esa oración refleja lo que está en tu corazón, entonces ahora eres un
hijo o una hija de Dios. Ya no estás alejándote de él, estás corriendo hacia
él. Aun cuando tu corazón esté lleno de deseos contradictorios, tú sabes esto,
que anhelas conocer a Dios y ser su hijo. En este mismo momento Dios desea que
levantes tu cabeza y digas, "por tu gracia, soy un miembro con pleno
derecho de la familia de Dios".
El tercer paso es rehusar
fiarse de los sentimientos. Los sentimientos son notoriamente veleidosos.
Al desayuno estás en la cima de la montaña y luego por la tarde en las
profundidades. Un día sientes como si Dios estuviera a tu lado, el próximo,
como si estuviera a 10 millones de kilómetros de distancia. Hoy te sientes como
si fueras santo y mañana como si fueras el mismo diablo. No te preocupes. Los
sentimientos pueden ser de utilidad, pero no deben ser el fundamento de nuestra
relación con Dios. En cambio, confía en las promesas de las Escrituras, como
esta promesa fantástica, "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan
1:9). Fíate completamente en la Palabra de Dios.
El cuarto paso es escuchar
a Dios que te habla a través de la Biblia y luego, hablar con él en oración.
Concéntrate principalmente en la vida de Cristo como aparece en los evangelios
Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Al principio toma 10 minutos varias veces a la
semana y lee 7 u 8 versículos acerca del ministerio difícil de Jesús. Después,
pasa tiempo en oración imaginándote esa escena. Colócate en algún lugar donde
se desarrolla la acción. Pregúntate: ¿qué hay ahí para oír, ver, oler, sentir,
palpar? Finalmente suplica al Espíritu Santo que te enseñe la manera como se
aplican hoy a tu vida esos versículos. No te desanimes. Confía que, poco a
poco, pero en forma segura, a través de todos los vaivenes, a través de todos
los momentos interesantes y los momentos de sequía, Dios te atraerá cada vez
más cerca de él con amor.
Preguntas
para la discusión
1. Cómo definirías la fe
cristiana? ¿Sobre qué está edificada tu fe personal? ¿Cómo
sabes con seguridad que Dios es un ser personal?
2. Cómo le describirías
Dios a alguien que no lo conoce? ¿Qué
palabras usarías?
3. Cuáles son algunas formas
por las que podemos llegar a conocer mejor a Dios?
4. Cómo sabes que tienes la
seguridad de la salvación?
5. Por qué es peligroso
confiar en los sentimientos cuando se trata de nuestra relación con Dios?
Capitulo 3 – Libro “El Joven
Adventista y su estilo de vida” ACES, 2002, pag 19 - 24
¡El
Cielo es el límite!
¿Estás listo para vivir una
vida emocionante y hacer una obra importante? ¡Eso es lo que Dios ha planeado
para ti!
Con mucha frecuencia hacemos énfasis en lo que los
jóvenes Adventistas del Séptimo Día no
pueden hacer. La verdad es que, cuando somos jóvenes Adventistas es cuando
sí podemos hacer cosas; debido a que
Dios tiene un plan para ti, y por su poder en tu vida, el mundo está lleno de
oportunidades abiertas para ti.
No es difícil ver que el mundo que nos rodea está mal – y
así está la mayoría de las personas que viven en él. Dios te está llamando para
que vivas una vida diferente, una vida sana, íntegra, feliz. Muchos jóvenes
están conduciéndose por un sendero sin salida, bebiendo, fumando, en drogas,
fiestas y sexo. Tú puedes elegir un sendero diferente. Tu vida como joven
cristiano incluye la formación de relaciones sanas, de atender las necesidades
de otros, cuidándote a ti mismo, y tomando decisiones sabias para tu vida
futura.
Jesús ama los adolescentes y odia ver cómo los jóvenes se
destruyen. Jesús no sólo quiere que vivas una vida sana, feliz. Quiere que seas
un ejemplo para tus amigos, del tipo de vida que un cristiano puede vivir. Ser
ejemplo no siempre es fácil – es mucha responsabilidad. ¡Lo bueno es que tienes
una gran cantidad de poder que te respalda! Dios promete el poder de su
Espíritu Santo para todo el que quiera vivir el tipo de vida de él.
¿Qué puedes hacer como joven adventista? Puedes vivir una
vida mejor de la que ofrece el mundo, y puedes ser un ejemplo de ese tipo de
vida. Pero puedes hacer más que eso. En un mundo de pecado, pobreza, odio,
discriminación y problemas de todo tipo, puedes ayudar a hacer un mundo mejor.
Esa es la aventura a la cual te llama Dios – no sólo a
vivir en este mundo como cristiano, sino a hacer un impacto en el mundo, a
hacer de este mundo un lugar mejor. Jesús dijo a sus discípulos que eran la sal
en el plato de comida del mundo (Mat. 5:13). No se necesita mucha sal para
hacer una gran diferencia en el sabor de una comida. Jesús sigue queriendo que
los jóvenes cristianos sean la sal – que salgan del salero, y que le permitamos
que nos esparza de manera que podamos causar una diferencia.
Tú puedes hacer del mundo un lugar mejor por la forma
como vives y por la manera como tratas a otros. Puedes rehusarte a acomodarte a
los valores del mundo y vivir según los valores de Dios. Puedes respetarte a ti
mismo, a otras personas y al medio ambiente. Y tal como Jesús lo hizo, puedes
manifestarte y procurar cambiar las cosas cuando veas que alguien está actuando
mal.
En la vida real, hacer una diferencia podría significar
salvar unos pocos pesos semanales para mantener a un niño hambriento en otro
país, o darte tiempo para comer con un nuevo alumno de tu clase que no tiene
amigos. Dios te dará las oportunidades para hacer grandes cosas para El, si
eres fiel en las cosas pequeñas.
La forma más importante como puedes hacer una diferencia
es compartiendo el amor de Dios con todos los que te rodean. Después de todo,
muchos jóvenes están procurando hacer del mundo un lugar mejor. Hay jóvenes que
luchan contra la discriminación, están procurando limpiar el medio ambiente, se
pronuncian en contra de la injusticia – ¡y muchos de ellos ni siquiera son
cristianos! Como joven cristiano, ¿qué tienes para ofrecer que sea diferente?
Puedes hacer todo lo que ellos están haciendo y hacer mucho, más porque tienes
el amor de Dios para compartir con un mundo en dolor.
Compartir el amor de Dios hoy, puede significar tomar una
hora para ayudar a alguien de tu clase de matemáticas. En el futuro, podría ser
evadir un tiroteo para llevar ayuda médica a personas que están en guerra. No
hay límites para las posibilidades cuando estás siguiendo a Jesús.
Llevar el amor de Dios al mundo es emocionante. Es
desafiante. Es una aventura. Pero no es fácil. Si haces de ello el trabajo de
tu vida, puede ser que de ti no se diga hoy: “Tiene las mayores posibilidades
de éxito”. Posiblemente no vayas a hacer millones de dólares, y puede ser que
no te hagas famoso ni popular. En realidad, posiblemente tengas que enfrentar
dificultades, odio e intolerancia cuando procures vivir el amor de Dios en este
mundo. Jesús dijo claramente a sus discípulos que cuando fueran al mundo para
ser la sal y la luz del mundo, enfrentarían persecución (Mat 5:11, 12). Eso es
tan cierto hoy como en aquel entonces.
No dejes que la posibilidad de las dificultades te
asusten y te impidan hacer la obra de Dios. Nada que valga la pena es fácil;
todo lo que es digno en la vida es un desafío. Y recuerda que tienes a la
Suprema Fuente que te respalda. El Espíritu de Dios está siempre con las
personas que están viviendo para él. ¡El hará posible que alcances los
objetivos con los cuales ni siquiera has soñado!
¿Qué puede hacer un joven adventista? Vivir una vida
excelente que sea un ejemplo para otros. Tocar el mundo que te rodea con el
amor de Dios y hacer del mundo un lugar mejor. Ayudar a la gente – incluyéndote
a ti mismo – a prepararse para su Segunda Venida.
Pero lo más importante que puedes hacer como joven
adventista es esto: tener una amistad con Jesús. Esta relación puede ser la más
cercana y satisfactoria de tu vida. Esa amistad es lo que hace que todos esos
logros sean posibles.
Posiblemente la idea de amistarte con un Dios, a quien no
puedes ver, es difícil de entender. Pero si aceptas su oferta de amistad,
puedes comenzar a pasar tiempo con él leyendo sus palabras en la Biblia,
contándole en oración tus necesidades y preocupaciones. Si te parece que la
Biblia es aburrida, procura leerla en una versión o traducción diferente para
que las palabras suenen más frescas y mejor. Si te cuesta orar, procura
escribir una carta a Dios; o habla en voz alta con él, mientras estás
caminando. Júntate con otras personas que también son amigas de Dios y
comparten las cosas que él está haciendo en sus vidas. Aunque no puedes ver ni
oír a Jesús, pronto su amistad será tan real para ti como cualquier otro amigo
que has tenido.
Jesús puede ser el amigo que siempre está presente, que
comprende todo problema que atraviesas y que realmente se preocupa por ti. El
es alguien que siempre te oye y ama, es quien murió por ti y quiere vivir
contigo por la eternidad.
Es cierto que Jesús espera mucho de sus amigos. El te
creó para que seas como él, y eso significa un crecimiento constante a lo mejor
y máximo de tu capacidad. Es por eso que no tiene sentido que te compares con
otros – aun con otros cristianos. Puede ser que te preguntes: “¿Cómo es que a
ellos se les permite hacer aquello y a mí no?”. Dios tiene sus expectativas
hacia ti – mucho más elevadas de lo que alguna vez has imaginado alcanzar por
ti solo. Como un atleta preparándose para los Juegos Olímpicos, el cristiano
siempre procura hacer lo mejor, con más fuerza, con más rapidez para Dios.
Dios te acepta, te ama y te perdona sin importar quien
eres, en qué momento de la vida te encuentres, o lo que hayas hecho en el
pasado. Su amor es totalmente incondicional. Pero no te quiere dejar donde te
encontró. Quiere hacer de tí una persona mejor, y seguirá trabajando para ti
hacia ese objetivo durante toda tu vida. Una vez más repito, es el poder del
Espíritu Santo lo que te capacita para hacer cosas que nunca imaginaste poder
hacer – a ser la persona que él quiso crear.
En este momento Jesús te invita a ser amigos. Su amistad
te ofrece todo el amor, la seguridad y la fortaleza que quieres de un amigo.
También te ofrece la oportunidad de ser lo mejor que puedas ser, a vivir una
vida más sana y más feliz que la mayoría de tus amigos va a vivir. Y una vez
que su amor haya cambiado tu vida, te pide que compartas ese amor con un mundo
lleno de personas que realmente lo necesitan.
Una vez que comiences a caminar con él, ¿quién sabe
adónde llegarás? Posiblemente alimentando a personas hambrientas en el otro
lado del mundo; posiblemente orando con un amigo vecino que está sufriendo y
está confundido. Jesús dijo que sus seguidores estarían ante reyes y
gobernadores para representarlo, de manera que no sabes cuan lejos te puede
llevar (Mar 13:9).
¿Qué puedes hacer como joven Adventista? ¡Más de lo que alguna
vez pensaste! ¡Toma su mano, aférrate de él y alístate para un viaje con él!
Preguntas
de discusión
- ¿Cuáles son algunas cosas positivas que los
jóvenes adventistas pueden hacer para hacer que el mundo sea un lugar
mejor? Haz una lista.
- ¿Cuáles son algunas alternativas recreativas
positivas para los entretenimiento destructivos e insanos?
- ¿Cómo puedes hacer que los errores que has
cometido se tornen en un vehículo para ayudar a otros?
- ¿Cuál es la verdadera felicidad? ¿Cómo la
puedes obtener?
- Algunas personas piensan que ser cristiano
significa no disfrutar de nada. ¿Cuál es tu opinión?
Capitulo 6 – Libro “El Joven Adventista y su estilo de vida”
ACES, 2002, Pág. 39 – 46
La vida es más que un deporte para espectadores
Durante meses, Nancy
había oído acerca de una película aun antes de que se estrenara en el cine la
semana pasada. Todos sus amigos y amigas hablaban de ella durante el receso
para almorzar. Su hermana que no era adventista la había visto dos veces desde su
estreno. En la televisión, Nancy había visto reseñas de la película y sabía
exactamente que era la clase de espectáculo que ansiaba ver. No quería esperar
hasta que la pusieran en video. Además, había escuchado que los efectos
especiales eran fantásticos y deseaba verlos en la pantalla del cine. )Debía ir a verla al cine solamente esta vez, ya que ella no iba mucho al
cine, entiendes?
)Qué hay
de malo en esta descripción? No es el que Nancy, una joven adventista pensara
en ir al cine. Aunque los adventistas han evitado tradicionalmente el cine,
algunos jóvenes adventistas hoy no pensarán dos veces antes de ir a ver una
película. No, el problema real con este marco hipotético, es que Nancy ni
siquiera considera los valores de la película que está pensando ir a ver. En
vez de eso, se preocupa dónde la va a ver.
Satanás es muy astuto. Se
imagina que si puede hacer que nuestro dilema sea dónde ver algo más bien que
qué ver, puede introducir a hurtadillas toda clase de asuntos cuestionables e
incluso los que son totalmente malos. Y nosotros no nos daremos cuenta hasta
que sea demasiado tarde.
Durante años la iglesia
adventista ha dicho que el cine está fuera de sus límites. Los argumentos han
fluctuado desde amigos "desagradables" hasta un ambiente físicamente insalubre.
Algunos inclusive han afirmado que si un cristiano va a un cine, su ángel
guardián se quedaría en la puerta. La tecnología y los temas de salud han
diluido estos argumentos. La televisión y los videos son comunes en nuestros
hogares. Los cines tienen zonas en las cuales no se puede fumar y tienen aire
acondicionado. Con estos cambios, )cómo
responderemos nosotros como hijos de Dios? Lee cuidadosamente el Salmo 1:1 y el
libro Mensajes para los jóvenes, página 396.
)Y qué
diremos acerca de la televisión? )Y los
videos? La mayoría de nosotros, también tenemos eso en nuestros hogares. Y el
contenido no es muy diferente de lo que podríamos ver en los cines. De hecho,
con la disponibilidad de la televisión por cable y por satélite, podemos ver
cualquier cosa que se ve en los cines y mucho, mucho más.
Como cristianos, es
importante conocer cuales son los principios de Dios para nosotros. La Biblia
no habla acerca de videos, televisión, o películas. Da instrucciones para aquello
que lo hacemos parte de nuestras vidas. Pablo nos dio una pauta en Filipenses
4:8. Escribió: "Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad".
El lugar donde tú miras
algo es infinitamente menos importante que lo que estás viendo. La instrucción
de Pablo es concentrarse en lo que es admirable, verdadero y puro. Si no vamos
al cine pero traemos una película moralmente degenerada a nuestro hogar, no
estamos comprendiendo el verdadero sentido de las palabras de Pablo. Usando el
criterio de Pablo, examina el espectáculo o la película que deseas ver. )Qué valores se describen en ella? Si contemplamos espectáculos que están
llenos de mentiras, fraudes, violencia y sexo premarital, )cómo podemos mantener nuestros ojos sobre lo que es verdadero y
admirable?
Pablo dice que debemos
pensar en las cosas que son dignas de alabanza y verdaderas. Es necesario que
nos preguntemos cuál es el mensaje de la película. Hay muy poco material
producido para nuestro entretenimiento que no tenga un mensaje de alguna clase.
Puede ser un mensaje muy indefinido, pero aun es un mensaje. Cada escena está
emitiendo un mensaje. El diálogo emite un mensaje. Las acciones de los
personajes y aun lo que visten y como se describe su estilo de vida, transmite
un mensaje. Aun lo que no dicen, en algunos casos, transmite un mensaje.
Así que, )cuál es el mensaje de la película o del espectáculo que estás viendo?
Los personajes pueden no ser manifiestamente cristianos porque muy rara vez se
representa a los cristianos en los medios de difusión. Cuando están en el
reparto, a menudo se ríen en forma estereotipada. Pero, )actúan los personajes en una forma semejante a la de Cristo? )Tienen valores cristianos? )Se
mueve el argumento hacia una conclusión reflexiva y honesta? )O se presentan situaciones que no responden a la realidad?
Las películas condensan
asuntos en segmentos de una hora, una hora y media a dos horas. El resultado
debe completarse cuando termina la película, cuando aparece la palabra
"fin". La vida y las relaciones no funcionan en segmentos de 2 horas.
)Cuándo fue la última vez que hiciste frente a una crisis y la resolviste
en un mero intervalo de 120 minutos? Al mirar retrospectivamente las acciones
de los personajes también es necesario preguntarse si deseamos modelar nuestras
vidas de acuerdo a ellos. El mensaje debe enseñar de que forma puedes
contribuir a la sociedad que te rodea. Y, en última instancia, te debe hacer
sentir más cerca de Dios.
Aun las películas
"buenas" exigen vigilancia.
Recientemente, obligaron
a Disney, una compañía largamente conocida por sus entretenimientos para la
familia, a que recogiera 3 millones 400.000 videos de la película, Rescuers
Down Under [Salvadores en las antípodas]. )La
razón para esa devolución? En el video estaba oculta una imagen explícitamente
sexual. Es importante recordar que tú no siempre sabes que mensajes son los que
está recogiendo tu mente. Esto se llama, programación subliminal. )Deseas que alguien decida lo que entra en tu mente?
Refiriéndose a la
advertencia de Pablo, debemos mirar lo que es puro y admirable. Muchas tramas
en los espectáculos de la televisión y en las películas representan actividad
sexual entre parejas que no están casadas. Al contemplar estos episodios,
participamos en un acto que, de acuerdo a las normas bíblicas es fornicación o
adulterio. Nuestras propias relaciones llegan a degradarse debido a nuestra
aprobación silenciosa de esas escenas.
Un cristiano es responsable de sus acciones
y de la forma cómo afectarán a otros. Si estás tratando de testificarle de
Jesús a un amigo, la elección de lo que contemplas fortalecerá o debilitará tu
testimonio. Hay herramientas que podemos usar para elegir sabiamente los
espectáculos que contemplamos. En primer lugar, asegúrate que no estás
desconectando la insinuación de Dios. Puede estar tratando de decirte que tus
hábitos de ver necesitan ser reevaluados. 1 Tesalonicenses 5:19 nos recuerda,
"no apaguéis el Espíritu". Necesitamos estar conscientes del Espíritu
Santo pues ruega para que haya un cambio en nuestras vidas. No lo pasemos por
alto.
En
segundo lugar, averigua lo que los críticos dicen acerca de un espectáculo.
Toma algún tiempo para examinar lo que dicen diferentes críticos. De nuevo, es
necesario que te preguntes cuál es su perspectiva. Ten mucho cuidado no vaya a
ser que eliges a un crítico que dice lo que tú quieres escuchar. Si es posible,
busca lo que dice un crítico cristiano. Están allí y los encontrarás.
En tercer lugar, hay
espacios o sitios en la red de Internet que anuncian reseñas críticas de
películas. Varios de estos espacios se basan en valores cristianos y clasifican
las películas de acuerdo a su contenido violento, su lenguaje y la conveniencia
general para verlos. Dos lugares buenos en la red son: http://www.startext.net/homes/childcare/capreports/ y http://members.aol.com/MovieOnLn/MoviesOnline.htlm
Toma unos pocos minutos
ahora para decidir cual será tu posición personal cuando veas televisión y
películas. Básala en lo que Dios desea para tu vida. Esas normas deben incluir
contemplar cosas que glorifican a Dios y que te ayudarán a ser una persona
mejor.
Prepárate para hacer
frente a la presión de grupo que te harán tus amigos. Si no pensaron,
estudiaron y oraron para tener hábitos correctos para ver, probablemente no
entenderán tu decisión. Sé paciente y explícales tan a menudo como sea
necesario por qué has hecho esa decisión.
Encuentra alguna otra
cosa para llenar las horas que hubieras pasado viendo televisión. Lee un buen
libro tu solo o con otros miembros de la familia. Participa en un juego o haz
una caminata. Descubre un nuevo pasatiempo. Actúa como voluntario en cualquier
lugar. La vida no es sencillamente un deporte para espectadores. Recuerda, Dios
prometió que nunca te dejará ni te desamparará (Josué 1:5). Tu ángel guardián
no se quedará en la puerta del cine, sino que probablemente estará en algún
otro lugar. )No estarás tú allí?
Preguntas
para la discusión
1. Algunos adventistas
piensan que está perfectamente bien ver una película en un cine siempre que el
contenido sea apropiado. )Cuales son los asuntos/problemas reales involucrados en ir al cine? )Piensas que hay algunas razones por las que no deberíamos ir al cine aun
si el contenido fuera bueno? Por otra parte, )está
bien ver cualquier cosa que deseas con tal que no la veas en un cine público? )Puede estar en nuestros propios hogares la "silla de
escarnecedores"?
2. Algunas personas dicen
que no hay nada malo con ver una película que tiene sólo una escena mala o que
tiene sólo unas pocas palabrotas o blasfemias, siempre que enseñe lecciones
importantes. )Qué es lo que piensas?
3. )Cuáles son algunas pautas que debes usar para determinar si está bien
que los cristianos vean o no una película? Trabaja con el grupo para
desarrollar una lista.
4. Discutan y voten sobre
lo que siente tu grupo que son sus programas favoritos de televisión. )Cómo se valoran esos espectáculos de acuerdo a las pautas que
estableciste en respuesta a la pregunta 3?
5. )Cuáles son algunas formas en las que los espectáculos y las películas
que vemos influyen sobre nosotros?
6. Si miramos un video o
espectáculo y sacamos placer de una escena en la que la gente está haciendo
actos pecaminosos, )nos tendrá Dios por responsables como si hubiéramos hecho nosotros esos
actos? )Cómo contempla Dios nuestra participación indirecta en el pecado?
Capitulo 7 – Libro “El
Joven Adventista y su estilo de vida” ACES, 2002, pag 47 – 54
No seas una víctima en la autopista de la
información!
En la actualidad, millones de personas
gastan horas cada día metidos en un lugar que ni siquiera existía hace unos
pocos años. Llámalo ciberespacio, llámalo la web, llámalo tu vida virtual. De
cualquier manera que lo denomines, es una maravilla increíble de la tecnología.
Y como la mayoría de las maravillas tecnológicas, tiene un potencial increíble,
tanto para el bien como para el mal.
Como joven cristiano que
eres, )cómo te relacionas con la web? Si tu interés principal está en encontrar
el botón "ON" [encendido] cuando te sientas en una clase de
informática, tal vez no te hayas parado a reflexionar mucho en la web. Pero la
popularidad de navegar por la web está creciendo hasta el punto donde aun los
que no son técnicos en absoluto, tipos que no son personas de informática,
conocen algo acerca de la web y se están interesando por ella
La amplia web mundial
(WWW) no es algo acerca de las computadoras. No tienes que poseer mucho
conocimiento técnico para conseguir conectarte. La web es acerca de la gente,
de la información, de los medios de difusión y de opciones o alternativas. Y
esos son asuntos tremendamente importantes para cualquier cristiano.
Todos hemos escuchado las
historias de horror acerca de la web. La pornografía está tan fácilmente al
alcance de la mano que aun los chicos de la escuela primaria pueden apretar el
ratón en espacios clasificados sólo para adultos. )Y que
decir acerca del factor seguridad? Casi cada uno tiene un relato acerca de
alguno que dio su nombre y dirección a un "amigo" con el que se
encontró en la web en un espacio para charlar y terminó siendo la víctima de un
psicótico que te sigue los pasos, que está al acecho. Si estas son las imágenes
que tienes de la web, tu reacción puede ser, ")por qué
querría implicarse en ese asunto algún cristiano? (Francamente,
voy a permanecer alejado de la web!"
Por otro lado, si usaste
el correo electrónico para mantenerte en contacto con un amigo que se mudó
lejos, si has hecho investigación en Internet para un proyecto escolar, si has
mirado el espacio en la web donde aparece tu artista de música favorita
cristiana para conseguir láminas y fragmentos de sonido de su nuevo álbum, o si
has tratado tu distracción favorita con entusiastas compañeros alrededor del
mundo en un espacio para charlar en la web, probablemente estés muy emocionado
acerca de la web y de su potencial para el bien.
El hecho es que la web
(WWW) no es ningún complot espeluznante y malo para destruir tu mente y tu
alma. Tampoco es la respuesta celestial a todos los problemas de la tierra. Es
sencillamente eso, una herramienta, como algo semejante a un destornillador,
sólo que increíblemente más complejo y grande. Puedes usar un destornillador
para arreglar tu bicicleta, o para hacerle daño a alguien en la cabeza. Un uso
es el correcto, el positivo; el otro es un uso perverso y violento. Ya sea la
web, tu pantalla de televisión, un libro, o un destornillador, cualquier pieza
de tecnología puede usarse para el bien o para el mal. Queda a tu discreción
decidir como la vas a usar.
Puedes hacer cantidad de
cosas maravillosas estando en línea con la web. Una de las cosas más grandes de
la web es que coloca una riqueza de información justo al alcance de la yema de
tus dedos. Ya sea que estés haciendo una investigación monográfica o tratando
de encontrar algo acerca de la enfermedad con la que diagnosticaron a tu mamá,
puedes buscar en pocos minutos lo que antes te llevaría horas encontrar en una
biblioteca. Con un poco de paciencia y perseverancia puedes encontrar
información útil sobre casi cada tópico, generalmente desde una variedad de
perspectivas. Aun puedes encontrar vínculos de mensajes electrónicos o un foro
de carteleras que te permite hacer preguntas directas a los
"expertos" en cualquier campo del conocimiento que estés investigando.
Una palabra de precaución
en cuanto a usar la web como una fuente de información: recuerda, nadie es
responsable de la web. Nadie controla lo que se permite y si lo que aparece es
exacto o correcto. Prácticamente cualquiera que tenga acceso a una computadora
puede poner un espacio en la web, así que es tu responsabilidad asegurarte de
que la información que consigues viene de una fuente confiable. Y antes de
creer todo lo que ves, haz alguna inspección acerca de la información.
Asegúrate que las diversas fuentes que estás verificando están de acuerdo en
cuanto a lo que es exacto. Descubre si lo que estás leyendo es un hecho o es la
opinión de alguno.
Algunas personas son muy
aficionadas a la web porque les proporciona mucha información, otros la quieren
porque les proporciona mucho entretenimiento. Puedes divertirte mucho navegando
por la web, siguiendo un vínculo tras otro para descubrir gente, lugares e
ideas. No hay nada malo con eso. Usar la web para entretenimiento es
sencillamente tan legítimo como tomar un libro, encender la televisión o
colocar un disco compacto en un estéreo. Pero lo mismo que ocurre con los
libros, con la televisión o con la música, hay algunas pautas que debes seguir.
En la web lo mismo que en
cualquier otro lugar, la pauta cristiana debe ser, "todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo
lo que es de buen nombre; si hay verdad alguna, si algo digno de alabanza, en
esto pensad" (Fil. 4:8). Hay una cantidad de espacios de web allí afuera
que sencillamente no son puros, nobles, verdaderos o que de ninguna manera son
apropiados para un cristiano.
Tal vez es porque la web
es una tecnología tan nueva, tal vez porque es tan privada, pero por cualquier
razón que sea, algunas personas creen que no se aplican a la web las normas
habituales. Apretarán el ratón en espacios pornográficos de la web aun cuando
nunca comprarían una revista Playboy o rentarían un video clasificado
sólo para adultos. Seamos sinceros, la pornografía es pornografía en cualquier
lugar que la encuentres. Y nunca es algo apropiado para un cristiano. Ni
tampoco son apropiados la violencia, la enemistad o el racismo. Sí, hay
espacios de web que defienden todas esas cosas. Sí, puedes encontrarlos si los
buscas. Sí, puedes encontrarte de casualidad en forma ocasional con ellos
cuando estás buscando alguna otra cosa (aunque las posibilidades de que eso
ocurra son mucho menores si usas algún software disponible para eliminar esos
espacios). Tu respuesta debería ser exactamente la misma como sería si te
encuentras con lo mismo en la televisión, en un libro, o en la vida real. (Sal de ahí! Apaga el aparato. No pierdas tu tiempo allí.
Hablando de malgastar
tiempo, hay todavía otro peligro con el uso de la web para entretenimiento. Es
posible que puedas estar visitando sólo lugares de la web que son positivos,
incluso cristianos, pero con todo tu uso de la web puede aun ser dañina para tu
vida espiritual. Verdaderamente, el navegar por la web puede ser adictivo.
Algunas personas gastan horas y horas cada día con la web, descuidando la
familia y los amigos, el ejercicio, el sueño, el trabajo, el colegio y el
tiempo que deben pasar con Dios. Coloca tus prioridades en orden. Sentarse
frente a tu computadora 12 horas por día no es más saludable que tenderse
frente a la televisión por la misma cantidad de tiempo.
Si piensas que puedes
estar usando demasiado la web, se honesto contigo mismo. Examina cuanto tiempo
estás gastando al estar en línea y si te estorba tus otras actividades. Tal vez
necesitas darte una "vacación de la web", hasta que sientes que
puedes colocar en orden tus prioridades.
Hemos visto que la web es
potencialmente una gran fuente de información y que si se usa correctamente,
también puede ser una gran forma de entretenimiento. Pero el aspecto más
poderoso de la web es su habilidad para reunir a las personas.
En primer lugar, la gente
usa la web para ponerse en contacto con amigos y familiares que viven separados
por muchos kilómetros. Sea que envíes cartas por correo electrónico, hagas
arreglos para encontrarte en un espacio para charlar, o coloques fotos de la
familia en un espacio de la web para que las vea tu abuelita, puedes usar la
web para fortalecer las relaciones que ya tienes.
Pero lo que es más
fascinante, y polémico, es usar la web para hacer nuevas amistades. Hay muchas
formas de hacer esto. Una de las más comunes es por medio de los espacios para
charlar donde las personas se encuentran para "charlar" o
"platicar" acerca de intereses comunes. Los espacios para charlar van
desde espacios donde los cristianos se encuentran en línea para estudiar la
Biblia, hasta espacios donde la gente se reúne para debatir abiertamente
tópicos pervertidos. Te toca a ti ejercitar la selección y prudencia al decidir
dónde charlar y con quién. La gente también se encuentra "en línea"
por medio de carteleras de mensajes y nuevos grupos de personas que usan la
web, en los que puedes anunciar un mensaje sobre un tema que te interese y
volver a revisar más tarde para ver si alguien contestó tu anuncio.
Los espacios para
charlas, las carteleras de mensajes, y grupos nuevos, todos comienzan a asumir
un sentido de comunidad cuando las mismas personas usan esos espacios vez tras
vez y llegan a conocerse mutuamente. Con la tecnología actual, la mayoría de
las personas "charlan" escribiendo sus palabras en la pantalla, así
que tal vez nunca llegan a ver al otro o a escucharlo. A pesar de esto, se
forman amistades al estar conectados en la línea de Internet. Puedes ir desde
debatir un pasatiempo en el que estás interesado hasta compartir preocupaciones
y problemas de tu vida diaria, y aun (en muchos espacios cristianos) solicitar
oraciones y aliento de otros compañeros creyentes.
Las amistades que hacemos
cuando estamos en línea pueden ser maravillosas. Pero vienen junto con una
advertencia importante. No ves a esas personas. No conoces nada acerca de
ellos, excepto cuando eligen escribir en sus computadoras. La mayor parte de
las personas te están diciendo probablemente la verdad acerca de su edad, su
sexo, sus intereses y otras características, pero no hay nada para detener a
alguien que mienta al dar esos datos. Sé muy cauteloso con la gente con la que
charlas cuando estás en línea. Recuerda, alguien en tu espacio de charlar puede
ser que no sea quien dice que es. Es triste, pero es verdad, que hay gente
enferma allí en línea, que están al acecho en los espacios para charlar para
adolescentes, buscando adolescentes de los que puedan aprovecharse.
)Significa
esto que nunca debes charlar, colocar mensajes o familiarizarte de alguna
manera con las personas que están en la línea? No, significa simplemente que
debes ser consciente de las reglas de seguridad. Nunca divulgues tu nombre real
(la mayoría de los espacios para charlas en Internet y otros espacios en la web
te permiten usar un apodo), Nunca des tu dirección o el número de tu teléfono.
Mantén a tus amistades que están en línea, en línea, es decir, no hagas planes
para encontrarte con ellos en la vida real. Se muy cuidadoso en cuanto a
transmitir información, ya sea la ciudad donde vives, el nombre de tu escuela,
el nombre de un equipo en el que juegas, porque eso puede permitir que uno que
te sigue los pasos, que está al acecho te identifique. Puedes compartir lo que
pasa en tu vida con los amigos que están en la línea sin tener que dar una
cantidad de detalles.
Puedes usar la web (WWW)
para juntar información, para divertirte y para "encontrar" a nuevas
personas. Sé inteligente para proteger tu privacidad, y usa las mismas pautas
que usarías con cualquier medio de difusión para asegurarte que lo que examinas
es positivo, que no daña tu fe cristiana. Tus amigos cristianos están allí, en
línea. (Empieza a navegar y prepárate para encontrarte con ellos!
Para comenzar, aquí se
presentan algunos de los grandes espacios que hay en la web, para informarte
acerca de jóvenes cristianos:
Espacios o sitios
adventistas:
Sitio en la web del departamento de jóvenes de la Asociación General
(General Conference Youth Department website):
http://www.adventist.org/youth
Wild World Web (aquí hay muchos
vínculos para los jóvenes así como para los líderes juveniles):
http://www.tagnet.org/dvm/wildweb.html
Youthnet Extreme (Un espacio o sitio
fantástico para encontrar vínculos con espacios relacionados con los jóvenes):
http://www.powernet.net/
~sma/hri/extreme.htm (nota el signo ~ debe ir al medio y no arriba).
Youth-Online (charlas, carteleras de
mensajes, vínculos o conexiones para la juventud, para jóvenes y para líderes
juveniles)
http://www.youthpages.org
YouthPAGES (vínculos o conexiones e
información así también como formas para encontrar a amigos cristianos que
están en línea)
http://www.youthpages.org
Espacios cristianos generales:
Christian teens (adolescentes
cristianos) (Información, charlas, carteleras de mensajes y vínculos para la
juventud cristiana):
www.christianteens.net
Firepower (parte del sitio en la
web de una iglesia con cantidad de vínculos o conexiones para los jóvenes):
www.intellex.com/
~first/firepower/htlm (Nota: el símbolo ~ debe estar al centro, no arriba)
Live the Life Online (Vive la vida en la
línea) (foros, charlas y toda clase de recursos y vínculos para la juventud
cristiana):
www.gospelcom.net/yfc/livethelife/livethelife.shtml
Peggie's Place (El sitio de Peggie) (un
gran espacio cristiano que incluye cantidades de vínculos excelentes para los
adolescentes):
www.gospel.com.net/peggiesplace.
Preguntas para la discusión
1.
1. Debido a los peligros, algunos padres vacilan en permitirle
a sus hijos adolescentes gozar de los privilegios de Internet. Otros les
permiten una libertad total para "navegar por la web" como les
plazca. )Cuánta libertad o restricción crees que se les debe permitir a los
adolescentes en Internet?
2.
)Cuáles son algunos de los peligros posibles de Internet? )Cuáles son algunas de las cosas buenas que podemos conseguir en
Internet? Los peligros, )valen más que los beneficios, o viceversa?
3.
)Cuáles son algunas normas de seguridad que hay que tener cuando se usa
Internet?
4.
)Cuáles son algunas de las formas que un joven cristiano podría usar en
Internet para ayudar a extender el evangelio?
Capitulo 9 – Libro “El Joven
Adventista y su estilo de vida” ACES, 2002, Pág. 63 - 70
“¿Te enteraste lo de Becky? Está saliendo con Roberto, el que recién
llegó. He oído que tiene un registro de arresto, creo que por robo”.
“¡No! Parece tan simpático.
Realmente uno no puede confiar en las apariencias. La verdad es que Becky
siempre se ha metido en problemas, desde la separación de sus padres. Oí que su
padre...”
Y es así como se teje la
red del chisme, el cual incluye cada vez a más personas. Sus reputaciones se
ven afectadas, con frecuencia con historias con poca o ninguna base de verdad.
Al principio sólo parece una diversión inocente, una forma de matar el tiempo.
Pero sus consecuencias pueden ser de largo alcance, afectando a incontables
vidas durante los años venideros.
¡Qué poder tienen las
palabras! Poder para edificar. Poder para destruir. Y con todo, con cuanto
descuido las usamos. “Mentiritas blancas”, las llamamos; sin embargo, esas
“mentiritas blancas” pueden tener consecuencias muy oscuras. Mark Twain dijo:
“Una de las diferencias más notables entre un gato y una mentira es que el gato
sólo tiene nueve vidas”. Nos reímos cuando algún comediante dice una obscenidad
en la televisión, pero nos sorprendemos cuando esas mismas palabras salen de
nuestros labios, cuando nos apretamos el pulgar al cerrar una puerta.
“¿De dónde vino aquello?
Decimos riendo. La Biblia nos dice de donde proviene: “de la abundancia del
corazón habla la boca” (Mat. 12:34). Controlar nuestro lenguaje, domar nuestras
lenguas, es uno de los desafíos más importantes que enfrenta el cristiano. Las
palabras son una herramienta, y dependiendo de cómo las usemos se puede tener
buenos o malos resultados.
Vivimos en un mundo que
está en amores con las palabras y bombardeado con información. La televisión,
la radio, los periódicos, los libros y la Internet nos colman con más
información de la que podemos procesar. Con el simple toque de una tecla
podemos enviar un mensaje por correo electrónico a través del globo a algún
país distante. Eso fue algo muy bueno cuando mis padres estuvieron como
misioneros en Kyrgystan en Asia Central, hace unos pocos años atrás. En el
pasado, los misioneros estaban sin contacto con su familia por meses, inclusive
años, en algunas ocasiones. Pero hoy, a través del increíble sistema de la
Internet, podemos contactarnos con ellos en cosa de minutos, por el precio de
una llamada local. En ningún otro momento la comunicación se vuelve más
importante que cuando estamos lejos de nuestros seres amados. Pregunta a
cualquier pareja joven, que esté separada por miles de kilómetros, cuán
importante son las cartas y las llamadas telefónicas de larga distancia para
mantener fuertes sus relaciones.
Empero, con la abundancia
de palabras e información que nos rodea, ¿existe una comunicación real? Sydney
J. Harris dijo: “Las dos palabras información
y comunicación con frecuencia se usan
de manera intercambiable, pero tienen significados bastante diferentes. La
información es emitir; la comunicación es ser comprendido (Reader´s Digest, April 1995, p. 34). Todas las palabras del mundo
significan poco si no hay entendimiento. Sin una buena comunicación no tenemos
otra cosa que: “Palabras, palabras, meras palabras, nada del corazón”, como
Shakespeare lo dijera.
Pablo nos aconseja: “Sea
vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo
debéis responder a cada uno” (Col. 4:6). Una buena comunicación es esencial en
nuestras relaciones. Es por eso que la mentira, el chisme y el lenguaje obsceno
son tan dañinos. Bloquean nuestra buena comunicación y forman paredes en las
relaciones.
Entonces, ¿cuáles son los
secretos de una buena comunicación? ¿Cómo podemos mejorar nuestra comunicación
con las personas con quienes nos encontramos cada día, sea en el colegio, el
trabajo o el hogar? ¿Cómo podemos superar hábitos malos como la mentira, el
chisme y el uso de lenguaje vulgar? No es fácil. Después de todo, Juan 3:8
dice: “Ningún hombre puede domar la lengua”. Pero hay una forma de hacerlo, y
esa forma es la Palabra hecha carne. Es sólo a través de la fe con el poder
vencedor que Jesús proporciona, a través del Espíritu Santo, que podemos “domar
la lengua”. La Biblia promete: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil.
4:13). Jesús nos puede dar la victoria sobre la mentira, el chisme y el
lenguaje obsceno y nos puede dar buenas habilidades para comunicarnos. Pero le
tenemos que pedir, según su promesa: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá” (Mat. 7:7).
El siguiente secreto
importante para ser un buen comunicador no tiene nada que ver con el hablar.
Por el contrario, los mejores comunicadores hablan muy poco. Lo que hacen es
escuchar. Escuchan no sólo lo que se dice... Practican el “escuchar activo”.
El escuchar activo involucra dos elementos claves. El primero es el
contacto visual. Un buen oidor mira directamente a los ojos del hablante toda
vez que sea posible y mantiene el contacto. Nuestra tendencia natural es a
mirar a la distancia, por encima de los hombros del hablante u observar sus
labios, pero muchas veces los ojos pueden decirnos más que las palabras. Cuando
se mantiene el contacto visual no sólo se sigue el hilo a lo que se está
diciendo, sino que dá también muchas pistas no verbales sobre la persona y lo que
está intentando decir.
¿Está mirando alrededor del salón? Posiblemente esté nervioso o con
temor. ¿Rehúsa tener contacto visual contigo? Puede ser una indicación de que
no es totalmente sincero contigo. También podría significar que tan sólo es
tímido, así que no te apresures a sacar conclusiones hasta que tengas todos los
hechos. Cuando observes a los ojos de la persona que esté hablando, podrás ver
tristeza, gozo, enojo, temor y cansancio. Todas estas cosas ayudan a poner la
conversación en su contexto para que puedas entender mejor lo que realmente se
está diciendo. El otro beneficio del contacto visual es que muestra a la
persona que estás prestando atención y que estás interesado, lo que le facilita
más a ser abierto contigo.
La segunda clave para tener una buena comunicación es la concentración.
No permitas que tu mente divague mientras alguien está hablando contigo. No
puedes mirar televisión y a la vez mantener una conversación significativa. La
televisión siempre ganará y tú habrás perdido gran parte de lo que se está
conversando. Tampoco te pongas a pensar en lo siguiente que vas a decir. Cuando
haces eso terminas bloqueando a la otra persona. En vez de ello, concéntrate en
lo que la otra persona está diciendo y en cómo lo dice. Observa cómo usa sus
manos para expresarse. Escucha el tono de su voz y cuán rápido habla. La Regla
de Oro: “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced
vosotros con ellos” (Luc. 6:31) se aplica a la buena habilidad para conversar,
así como se aplica a otras áreas de la vida. Escucha a otros, para que también
seas escuchado.
No te preocupes, pues eventualmente te tocará a ti decir algo. Cuando
llegue ese momento, estas son algunas cosas que debes recordar: Primero,
aprende a saber cuando hay que hablar. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se
quiere debajo del cielo tiene su hora... tiempo de romper, y tiempo de coser;
tiempo de callar, y tiempo de hablar” (Ecl. 3:1, 7). Recuerda el antiguo
proverbio: “Es mejor quedar en silencio y que piensen que uno es tonto, que
abrir la boca y demostrarlo”.
Segundo, recuerda la Regla de Oro, tanto para hablar como para escuchar.
Habla con respeto y cortesía a la otra persona, sin importar de quien se trate.
Habla con claridad y lo suficientemente fuerte para ser comprendido con
facilidad. No hay nada más frustrante para el oidor que decirle: “¿Qué
dijiste?”
Por último, piensa en lo que dices y dice lo que piensas. En otras
palabras, sé sincero y preciso. Piensa con cuidado lo que vas a decir antes de
abrir la boca. Evita exageraciones o verdades a medias, que es un término
adornado para referirse a lo mismo: mentir. Y evita expresiones tales como: “Te
digo la verdad”. Toda vez que escucho eso, tengo ganas de decir: “¡No, por
favor, miénteme!” En palabras de Jesús: “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no,
no; porque lo que es más de esto, de mal procede” (Mat. 5:37).
Durante la Segunda Guerra Mundial, un joven alférez estaba aprendiendo a
manejar el radar en Pearl Harbor. El 7 de noviembre de 1942, mientras
practicaba, notó una serie de indicaciones visuales en la pantalla, indicando
un gran número de aviones aproximándose a velocidad a Hawai. Entusiasmadamente
reportó aquello a sus oficiales superiores. Riéndose de su entusiasmo e
inexperiencia, ignoraron su amonestación y le dijeron que regresara a su
práctica. Al regresar al monitor del radar, el alférez observó con creciente
aprehensión a medida que las indicaciones visuales se hacían más grandes, pero
permaneció en silencio, como se le había dicho. Había habido una ruptura en la
comunicación y debido a eso, miles de marineros descendieron a las tumbas
líquidas en ese día cuando multitudes de aviones japoneses rugieron al surcar
el cielo azul sobre Pearl Harbor.
“La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá
de sus frutos” (Prov. 18:21). Decide hoy desarrollar buenas habilidades de
comunicación y evita decir cosas que dañen como la mentira, el chisme o la
maledicencia. Y por sobre todo, “santificad a Dios el Señor en vuestros
corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y
reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros” (1 Ped 3.15). La lengua es una espada de dos filos. Úsala con
sabiduría.
PREGUNTAS DE DISCUSIÓN
1. ¿Cómo responderías si alguien viniera con un chisme “jugoso” acerca de
alguien que no te gusta? ¿Cómo cambiaría tu respuesta si el chisme se tratara
de tu mejor amigo?
2. ¿Qué es el chisme? ¿Cómo afecta el chisme a: 1. la persona sobre quien
se trata, y 2. al chismoso?
3. Si alguien comparte información cierta sobre otra persona, ¿quiere decir
que no es chisme?
4. ¿Cómo tratarías a una persona que insiste en usar lenguaje obsceno
cuando está contigo?
5. ¿Cuáles son los secretos de la buena comunicación?
6. ¿Qué dice la Biblia en cuanto a la mentira?
Capitulo 13 – Libro “El Joven
Adventista y su estilo de vida” ACES, 2002, pag. 91 - 96
¿Has estado alguna vez en
un lugar, como decir en una tienda o en la esquina de una calle cuando
repentinamente escuchaste música? No sólo música, sino música con golpes
estruendosos. Es posible que nunca antes hayas escuchado esa pieza en tu vida.
Y que ni siquiera conozcas la letra, pero antes que te dieras cuenta, tu pie
repentinamente se mueve o tu cuerpo se balancea con la música. ¡Estás bailando!
Para esto, ya todos sabemos
que los cristianos Adventistas del Séptimo Día no bailan. No se mueven con el
ritmo. Y tampoco comienzan a contorsionarse en ninguna forma, manera o estilo.
Pero, ¿sabes por qué? Si piensas que es porque todo lo que es baile está mal
tendrás que volver a pensar. Bailar, es decir, moverse rítmicamente con la
música, no es algo inherentemente malo.
Algunos personajes de la
Biblia bailaron. Bailaron. El baile
no siempre fue algo malo. ¿Qué es aquello que hace que el baile sea unas veces
bueno y otras veces malo? Para responder a esta pregunta, comencemos con David,
porque David fue en definitiva un bailarín.
Llenas de entusiasmo, las
muchedumbres se agolpaban para ver la procesión que pronto pasaría ante ellos.
Podían escuchar el sonido de la trompetas y de los tamborines. Cánticos y
alabanzas a Jehová hacían eco a lo largo del campo. El Arca del Pacto estaba
llegando a Jerusalén. Habían pasado muchos años para que el arca estuviera en
su justo lugar de honor. Eso llevaría a un cambio.
A medida que la procesión
se acercaba, una figura se hacía cada vez más clara a los observadores que
festejaban. David, el rey de Israel, no estaba con sus ropas reales. Bailaba
delante del arca con un efod de lino blanco. David estaba haciendo notoria una
situación. En aquellos días, cuando un ejército capturaba a las tropas
enemigas, era costumbre forzar a uno o más de los cautivos para bailar
alegremente delante del rey victorioso. Esto simbolizaba la sujeción y humildad
del cautivo en presencia del rey. Mientras David bailaba delante del arca,
quería que todo Israel reconociera que él era un cautivo de Dios. Estaba
mostrando su humildad y sujeción al Rey del Universo.
¿Piensas que el pueblo
quedó espantado al verlo bailar? No. ¿Crees que la muchedumbre entendió el
mensaje que David estaba demostrando? Con toda seguridad. ¡Y qué gran mensaje
era aquel!
La Biblia sólo tiene 27
versículos, que mencionan directamente el baile. A partir de ellos podemos
deducir qué elementos y actitudes debe incluir el baile a fin de ser aceptable
ante Dios, y a la vez, apropiada para nosotros. En el Salmo 150: 3-5, leemos:
“Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y
danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes;
Alabadle con címbalos de júbilo”.
Es obvio que este versículo
habla sobre el uso del baile como un medio de adoración a Dios. Es importante
comprender el significado hebreo del baile en este texto. De lo que se está
hablando aquí es en relación al baile o ronda. No se trata de una danza
individual o de una pareja, como muchas de los bailes seculares de hoy. No hay
nada que sugiera aquello. Consiste de movimientos como saltos y vueltas.
Otros versículos hablan
sobre el baile como un medio para expresar gozo entre una comunidad de
personas. Por lo general, eso se debía a que habían obtenido la victoria en la
batalla sobre el enemigo. (Ejemplos incluyen Exo. 15:20; Jueces 11:34; 1 Sam.
21:11; Jer. 31:4 y Luc. 15:25). Estos temas nos muestran que el baile ante
Dios, como una forma de adoración, sujeción y reverencia, es apropiado para el
cristiano.
Si estás pensando que,
“después de todo, bailar está bien”, ten en mente que hay otras cosas que
considerar, a parte de su aceptabilidad como una forma de adoración. Si pasaras
por el pasillo del medio de tu iglesia saltando y bailando este sábado,
imitando a David, no esperes una bienvenida gozosa como la que él recibió. Todo
tiene su tiempo y su lugar. El tiempo y el lugar para bailar en adoración a
Dios no es aquel que resultará ofensivo para otros, sin interesar cuan bíblico
sea. Como con cualquier otra actividad, es importante recordar la amonestación
de Pablo a los Corintios: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a
gentiles, ni a la iglesia de Dios” (1 Cor. 10:31-32).
Por supuesto que Satanás
trabaja arduamente para pervertir cualquier cosa buena que Dios nos ha dado. Ha
hecho lo mismo con el baile, torciéndolo hasta que no sólo no hay nada bueno en
el baile secular, sino que está tan lleno de intenciones malvadas que los
cristianos procuran evitarlo totalmente. Y existen algunas forma de baile que
se deben evitar.
Cuando los israelitas
estaban reunidos al pie del Monte Sinaí, Dios dio la orden de que no tuvieran
otros dioses delante de él. Hoy, reconocemos que esa orden es parte de los Diez
Mandamientos. Unos pocos capítulos después, en Exodo 32, los mismos israelitas
estaban bailando y adorando al becerro de oro.
Si nuestro baile es para
adorar a Dios, entonces tenemos que estar seguros que no es una forma de
adoración a otro dios. En algunas partes del mundo, los bailes folclóricos se
usan para adorar a los dioses de la fertilidad, a los espíritus de los muertos,
o para una pacificación a Buda, o algún otro dios.
En Mateo 14, la historia de
Salomé – la hija de Herodías - que bailó ante Herodes, añade otra dimensión a
la degradación del baile. La historia implica que la actuación de Salomé fue de
naturaleza muy sexual. Viéndose acosado sexualmente, Herodes locamente prometió
a Salomé cualquier cosa que pidiera. Debido a que Herodes permitía que esas
emociones lo controlaran, Juan el Bautista perdió la cabeza – literalmente.
Antes de que los israelitas
cruzaran el río Jordán, muchos de los hombres se dejaron seducir por las
mujeres moabitas (Mira Números 25). Como parte de su involucramiento, los
hombres participaron de actos desenfrenados que incluían el baile. El baile
promovió la excitación sexual inapropiada. La Biblia dice: “Y el furor de
Jehová se encendió contra Israel” (Núm. 25:3). Dios dio instrucciones a Moisés
para que aquellos que habían participado en esos eventos murieran. Cuando todo
terminó, veinticuatro mil israelitas murieron. ¿Los mató Dios porque bailaron?
No; fue por el tipo de conducta inapropiada que los llevó a acciones
repugnantes e inaceptables delante de Dios.
Como podemos ver en estas
historias, hay algunos tipos de bailes que siempre son inaceptables:
- Los bailes que adoran, en cualquiera de sus
formas, a cualquier otro dios fuera del Dios del universo.
- El baile que busca excitar sexualmente a los
participantes.
- El baile en el que no podemos invitar a Dios a
participar y observar con nosotros.
El baile secular, aparte de
ser sugestivo, por lo general, se realiza en un ambiente que es poco deseable.
Las pistas de baile están ubicadas en salones aglomerados, llenos del humo de
cigarrillos y donde se usa alcohol y otras drogas. Inclusive los que no fuman están
expuestos a las peligrosas concentraciones del humo de segunda mano. Los
parlantes están con tanto volumen que se puede sentir las vibraciones dentro
del cuerpo. Con frecuencia los bailarines experimentan por días tinnitus, un
sonido en los oídos causado por los ruidos fuertes, después de una noche de
baile. Del mismo modo, la letra de la música secular que se elige para bailar
es objetable para el cristiano.
Considerando esto, ¿puedes
decir con honestidad que tu participación en el baile secular demostraría a
otros el carácter de un cristiano? ¿O estarías comprometiendo tu testimonio? Ya
que es a eso a lo que lleva, ese es el fondo. En toda decisión que hacemos
estamos decidiendo estar de parte de Dios, o en su contra. Asegúrate de saber a
quien eliges. Eso lo que hace la gran
diferencia del mundo.
Preguntas de Discusión
- ¿Qué harías si te invitaran a una fiesta con
algunos amigos cristianos y comienzan a tocar música mundana y a bailar?
¿Qué dirías si te dijeran que te les unieras?
- ¿Por qué en la Biblia fue aceptable el baile
de David, pero no lo es para nosotros hoy? ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué es
lo que hace que el baile sea aceptable o no? ¿Es el baile hoy siempre
apropiado?
- ¿Cómo responderías a un amigo que te pregunta
el por qué los Adventistas no bailan?
- ¿Qué es lo malo del baile secular? ¿Por qué
Dios no lo aprueba? ¿Puedes apoyar tu respuesta con textos bíblicos? Si es
así, ¿con cuáles?
Referencias:
- Strong, James, Strong´s Exhaustive Concordance
of the Bible, Nashville TN: Crusade Bible Publishers, Inc. p.
(Concordancia principal) 232 (Diccionario Hebreo y Caldeo) 64,
(Diccionario Hebreo y Caledo) 37.
- Blanco, Jack, The Clear Word, Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing
Assoc., 1994, p. 382.
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